Hoy, a la orilla del mar
Mi mirada se pierde allá donde nace el mar,
una línea muy brillante une al cielo y al mar,
o tal vez azul intenso, si es que el sol no le da.
Mirarme en ese horizonte allá donde nace el mar,
es deleite de mis días, sólo mirar y mirar.
Mi pisadas se hunden en la orilla del mar,
la espuma blanca las cubre y ya no las veo más.
Se ha desaparecido junto a otras en la gran inmensidad,
esa que esconde en silencio arena, cielo y mar.
Mi mente se pierde lejos junto al cielo y el mar
y es entonces que comprendo su total grandiosidad.
Miles de años hay ocultos en ese andar y andar,
barcos piratas que luchan, muerte que cae al mar.
Una pareja que se ama, vida que surge del mar,
traiciones, pasión y muerte, olas que vienen y van,
un rugir que acalla gritos, bellos sonidos del mar,
y hoy mis pisadas se unen a esas olas del mar.
Mi pequeñez se estremece entre cielo, arena y mar.
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