Pinos en un médano

En memoria de un soñador: Carlos I Gesell

Cubriendo de pinos la dorada arena,
soñando locuras, caminando médanos,
tratando que el viento los dejara quietos,
fijándoles rumbos, contándoles sueños,
armaba Don Carlos, un camino incierto.


Desierto de arena que cubrió con ellos, 
y que como a un hijo, el guió de pequeño,
recorrió sus calles, disfrutó a su gente,
vio crecer los pinos, los médanos quietos.


Doradas arenas tan llenas de sueños,
que guardan y ocultan tan bellos recuerdos
cuando el recorría la playa en silencio,
y en si jeep miraba a lo largo el pueblo,
sembrando ilusiones ahora en ellos.


Su plan galopante cubría los terrenos,
primero los pinos, ahora los techos.
Gesell para todos, ilusión y sueños.
Los años pasaron, la villa a crecido,
él nos ha dejado y es sólo un recuerdo,
su jeep recorriendo la playa en silencio,
su sombra amable, su andar tan inquieto.


La gente ha olvidado que esto es aquel sueño,
de un loco que planta pinos en un médano.